Aunque, lo reconozco, mis ideas se han apagado desde la catástrofe, en ocasiones, sin importar mi estado anímico, me da por expresarme.
El problema es que no puedo; o quizás el problema sea que quiero algo demasiado grandilocuente, y no puedo. En todo caso, lo sé, la práctica construye maestros.
Quiero decir que no voy a dejar de practicar un arte tan noble y directa, o tal vez, incluso, tan inerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario