25 de febrero de 2011

Fuerza

Que te has preguntado de dónde vienes. Yo también.
Que te has preguntado hacia donde vas. Yo igual.
Que las cosas a veces cambian de lugar. Lo sé.
Pero siempre, hasta en los momentos de mayor debilidad, la has encontrado. Hablo de la fuerza.
De la fuerza que nadie te puede dar. De la que nadie te puede quitar.
Hablo desde adentro. Hablo hacia afuera.
Tenla, no la apagues, pero tampoco la quemes.
Fuerza. Ten fuerza y saldrás.

20 de febrero de 2011

Aprendiendo a amar

Quizás cuando lo logre ya no pueda compartirlo, pero quizás sí. Lo he hecho bien, pero también me he equivocado.
Quiero decir que sé hacerlo, pero también deshacerlo. Y este es un momento en que mis errores superan mis aciertos, por mucho.
Entonces me habla el silencio. Entonces me dice que hace falta más corazón. Lo escucho tanto como puedo. Lo callo tanto como puedo. Lo digo lo mejor que puedo.
Porque estoy aprendiendo a amar. Amar como sé que se puede. Dentro de mi inmadurez que me exige crecer, me detengo un momento a reflexionar y me doy cuenta de que no es posible dejar de aprender.
Que eso es la vida, un constante aprendizaje.
Y yo, dentro de ella, disfrutando y sufriendo alternadamente, me decido a hacer algo de lo más difícil: aprender a amar.

3 de febrero de 2011

Antipatía

Una pistola en su mano derecha. Otra en la mía.
Nos miramos a los ojos primero. Después nos apuntamos. Entretanto nos decimos no sé que cosas que ninguno piensa y que ninguno recordará.
Me gustaría decir que esta historia termina en algo bueno. Que tiene algún mensaje. Que todavía hay esperanza.
Nos apuntamos a la sien, y ninguno parece entender razones ni querer desistir de sus intenciones.
Entiendo entonces lo que significa empatía. Sentimos lo mismo, me imagino, hasta que, aterrado, miro su mano temblar.
Sé que no escucharé nada, pues probablemente la bala entre antes de poder oírla. Y aunque pudiera oírla.
Entiendo entonces lo que significa antipatía. Bajo el arma. Él también.