Un segundo que no duraría más que eso. Pero fue suficiente para reconocer que todos, incluso los que creen conocerlo todo antes de vivirlo, cometen errores.
Y entonces me pregunté si vivimos sólo para recordar, si se trata de detenerse a esperar las atrocidades que se avecinan, o si la idea es hacer de éste, segundo a segundo, el mejor de los mundos posibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario